Mar Chiquita fue alucinante, pasamos tres días
inolvidables, el grupo armonizo espectacularmente, compartimos unas cenas
con.....por supuesto corvina recién pescadas...... para chuparse los dedos. Un
"guisito" de corvina con arroz hecho por Rubén ( el papa de Diego ) la primer
noche, y una fritanga de corvina hecha por Diego la segunda noche, bien regada
con vino tinto..jajajajaja. Que hasta alcanzo para compartir con gente del
camping...jajajaja. .
Es increíble la cantidad de pescado que se puede
sacar a pocos metros de la costa.
Fue mi primera incursión en el mar pescando en
kayak y quede realmente alucinado, con todo, la pesca tan rica, el clima tan
agradable, las olas tan poderosas, los revolcones tan impredecibles. Pero como
le comentaba a mi Señora, si el costo de pescar, es la revolcada con las olas a
la salida, lo pago con gusto porque vale la pena. La entrada es mas accesible
porque encarando las olas con fuerza y de frente, como dice Diego, te empapas
todo, pero es mas difícil que te vuelque, pero la salida es una lotería, porque
es mas complicado elegir la secuencia de olas chatas, lo ideal es cuando estas
saliendo y llegas a la zona de las olas, y ya se hace pie es tirarse del kayak y
sujetarlo de la manija de proa y que te lo lleven las olas para
adelante.
Otra cosa a diferencia de otros ámbitos es llevar
lo mínimo indispensable, porque las horas en el agua son menores, las carnadas
también y el equipo solo uno, para variada, salvo la excepción nuestra que
entramos con dos cañas para intentar algún cazon, que a la postre me parece que
fue una muy linda excusa para juntarnos en mar Chiquita el grupo para pescar
juntos. Excelente idea de Gabriel.
Una imagen puede mas que mil palabras, motívense,
que la próxima tiene que ser multitudinaria..jajajajaja.






PD: La frutilla del postre haber conocido a RUBÉN
el papa de Diego, un maestro. Ese es mi viejo, diría Diego...jajajaja. Y a Mario
el papa de Gabriel, que compartió con todos nosotros, mirándonos desde su
"alpina".....jajajaja.