Así comenzaba mi primer día de pesca de esta temporada en Mar de Cobo:
Mar de Cobo es una localidad del partido de Mar Chiquita, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra a tan solo 6 Km. al sur de Mar Chiquita y a solo 26 km de Mar del Plata. Entre las principales actividades se puede destacar el avistaje de aves, caminatas alrededor del lago, paseos en bicicleta y por supuesto la pesca. Las extensas playas de arena y roca se mantienen agrestes y la pesca es una actividad garantizada desde el kayak.
Al amanecer nos encontramos sobre la playa y la calle Cuyo con Nicolás Kogut y Marcelo. Bajamos los kayaks a la playa por la rampa de madera y realizamos una entrada al mar sin problemas. La mañana estaba brumosa y la visibilidad era pobre, por lo que nos anclamos a pocos metros de la costa. Para la pesca de variada utilizo cañas de 15 a 30 libras y de 2 metros, tanto para reel rotativo como frontal. Me gustan las cañas finitas por eso utilizo unas varas macizas de fibra de carbono de un tramo. Para encarnar utilizamos anchoitas y camarones. Líneas clásicas de variada de mar de un anzuelo o de dos con plomos de 40 a 80 gr. También jigs de 30gr a 60gr. Los piques no se hicieron esperar, una a tras de la otra iban saliendo las corvinas con carnada. Cuando sentíamos que disminuía la frecuencia de los piques nos movíamos pocos metros y al encontrar nuevamente mas actividad nos llamábamos y terminábamos todos juntos anclados formando un circulo pescando en el mismo lugar. Mientras el cielo aclaraba y asomaba el sol pudimos ir sacándonos el abrigo y pescar mas cómodos. La gente comenzó a llegar a las playas y también otros pescadores en kayak. Así conocimos a Mauro Castriotta que por primera vez entraba a pescar al mar en su kayak. Mauro ancló cerca nuestro. Note que si bien estaba anclado, iba derivando por lo que me puse a charlar con el. Me contó que era su primera vez en el mar y que tenía un ancla de tipo piragüita de 1,5 kg. Solo le faltaba soltar mas cabo y ahí pudo quedar firmemente anclado. Hay que recordar que se utiliza como mínimo el triple de cabo que de profundidad siendo lo optimo multiplicar la profundidad por 5 para obtener los metros de cabo necesarios. Nosotros estábamos a 5 metros de profundidad con muy poca correntada y casi nada de viento, con soltar 15 metros de cabo era suficiente. Mientras con una caña pesco con carnada, con la otra pruebo los jigs, pero las capturas con estos fueron escasas y solo comenzaron llegando el medio día luego que el sol comenzó a brillar. Es realmente emocionante estar buscando al pez con el jig, y de pronto sentir en la caña que está atacando nuestro engaño, clavarlo jalando de la caña bruscamente hacia arriba y luego comienza la pelea! Explosivas corridas y terribles arremetidas. Las corvinas no se dan por vencido ni aún sobre la superficie, embistiendo nuevamente hacia el fondo con toda su furia. Es que tal vez como me dijo una vez bromeando Sergio Tornese, las corvinas son parientes de los dorados. La variada casi no fue "variada" por que lo único que pescábamos eran corvinas, hasta que Marcelo tuvo un pique terrible en su caña, lo paseo hacia un lado y hacia otro, era muy enérgico. Cuando pudo acercarlo a la superficie, pudo ver que se trataba de un pequeño bacota. No estaba preparado como para sacarle el anzuelo sin que lo muerda. Trato de levantarlo y por suerte se soltó del anzuelo, pero le quedó agarrado de la borda del kayak con sus dientes. Luego de un empujoncito con el pie, volvió al agua el tiburoncito y pudimos seguir pescando un rato mas mientras nos reíamos de la situación. Mauro también pudo capturar su primer corvina desde el kayak y al ver que nosotros salíamos decidió salir con nosotros. Realmente pasamos una linda jornada de pesca, divertida y llena de capturas. Ya en la playa y ayudándonos a llevar los kayaks a la calle con los carritos, cada uno fue a su casa a limpiar sus corvinas.
Muchas mas fotos en mi pagina de facebook: https://www.facebook.com/RgcobasWeb
Bueno voy actualizando y subiendo a medida que puedo
Esta fue la primer pesca en kayak en el mar de mi hijo Francisco de 7 años.
Padre e Hijo
Me cuentan mis padres que desde los 3 años ya me llevaban a pescar embarcado en La Lucila del Mar. Mis primeros recuerdos son de mas grande y se remontan a ver a mi padre seleccionar el equipo de pesca, cargarlo en el gomón amarillo, colocar el motor y preparar la mezcla del combustible. Era condicional para que yo lo pueda acompañar esa bandera celeste colocada por los guarda vidas, que indicaba que el mar estaba en optimas condiciones. Revoloteaba al lado de mi padre esperando esas palabras mágicas invitándome a acompañarlo. De solo escucharlas mi corazón comenzaba a latir mas fuerte, saltaba de emoción, y corría de un lado al otro para apurar los preparativos, aunque seguramente los retrasaba mucho mas. Llevábamos a mano el gomón al mar, empujándolo por dos cuadras y media de tierra y arena, para luego embalar a gran velocidad y poder cruzar el arena seca del médano. Ya una vez en la playa, me colocaba mi chaleco salvavidas naranja, me subía al gomón y tras la aventura de pasar las olas de la rompiente nos disponíamos a pescar. Así comenzaba nuestra competencia, a ver quien agarra la primera! luego quien saca la mas grande y por último quien pesco mas. Claro que yo pescaba con la línea de mano, sentadito en el piso y apoyado sobre el tubo del gomón. Si bien mi padre lo hacía con caña y línea de mano a la vez, siempre le di batalla y es el día de hoy que sigo creyendo que era yo quien siempre ganaba todos los puntos de nuestra competencia. De esta manera mi padre me obsequio la pasión de la pesca, y así espero poder trasmitir este tan preciado regalo a mis hijos. Por eso es el día de hoy que tras ver un pronostico excelente, esa gloriosa bandera celeste, ese mar calmo me dispongo a inculcar a mi hijo Francisco este tan preciado deporte. Preparamos nuestro kayak y nuestra ropa térmica. Lo llevamos al mar, de la misma manera que de niño llevaba con mi padre aquel gomón amarillo. Le coloco el chaleco naranja, lo subo en popa y de un sólo envión pasamos esa ola orillera que era lo único que nos separaba de nuestro destino. Realizo la maniobra de anclado, le preparo una caña, encarno con anchoita y camarón y ni bien el plomo toca el fondo, pum!!!! PAPAAA!!!! me parece que hay algo mira como tira! y ahí comenzó su primer lucha con un pez de agua salada y desde el kayak. Algunas indicaciones y enseguida estaba levantando esa corvina al grito de papá no puedo mas!!!!. Tras una pequeña risa mezcla de orgullo, alegría y nostalgia lo aliento para que siga luchando y luego de unas cuantas envestidas, repiques y corridas sacó volando esa corvina del agua!. Si volando, la hizo saltar afuera del agua!. Ahí mismo, en ese segundo fue que quedó sellada a fuego en mi retina esa imagen de alegría de mi hijo con su primer pesca en kayak! esa satisfacción que nos brinda la pesca, esa alegría que siempre rememora la misma primer captura. No importan los años que pasen, cada nuevo pique nos devuelve nuestra sonrisa de aquel primero de nuestra infancia. Tras realizar un par mas de capturas, todas las devolvió al mar con la misma alegría que las pesco. Volvimos a la costa para contar la gran aventura y tentar al resto de la familia a compartir una salida de pesca en kayak.
Luego de un hermoso día de playa en familia, el mar comenzó a calmar, estaba mas tranquilo que lo había estado en todo el día. Era una invitación imposible de rechazar, por lo que fuimos por el kayak a casa y volvimos urgente para aprovechar a hacer unos tiritos al atardecer. Hicimos una entrada sencilla y sin contratiempos ya que el mar estaba planchado y solo había que sortear una ola orillera. A los 300 metros y cerca a la escollera de la calle La Baliza, de Mar de Cobo anclamos y nos dispusimos a comenzar con la pesca. Norberto utilizó anchoita y camarón para encarnar, y yo preferí seguir probando con los jigs, ya que en salidas anteriores solo había tenido pocas capturas y todas de corvinas. Estaba empecinado en pescar alguna anchoa de banco, o alguna palometa. Enseguida Norberto comenzó a capturar algunas corvinas mientras veíamos desde el mar el fantástico atardecer de este día caluroso de febrero. Mi pesca venía sin novedades, ni un toque ni un pique perdido y cuando ya estaba completamente desanimado y sin saber que estaba haciendo con mi jig, siento un ataque fuerte y errático, distinto al de las corvinas. Me aseguro de clavarlo bien, y la traigo a la superficie. Que gran sorpresa! era una pescadilla, pero de las gigantes! Hermosa! Ya me la estaba saboreando mientras extenuada por la pelea se deslizaba flotando en el agua. La levanto tomándola desde el jig pero no estaba tan agotada como parecía y me castigo con una coleteada en la cara!!!. Luego de guardarla en mi saco de arpillera, vuelvo a dejar caer el jig hasta el fondo, para ver si podía capturar otra. Pero aparentemente era la única que estaría perdida de un cardumen por que no paso mas nada. Ya felices cada uno con sus capturas y sin demorarnos mucho, comenzamos a guardar los equipos dentro del kayak y a recoger el fondeo. Al otro día queríamos volver a entrar pero por la mañana, así que no podíamos seguir consumiendo matrimillas! Llegamos a remo hasta la costa y nos bajamos del kayak antes de la rompiente de la ola orillera. El agua nos llegaba a la cintura, pero a muy pocos pasos teníamos la costa. Sujetando el kayak desde las manijas de popa y proa salimos rápidamente antes que la ola orillera haga de sus travesuras y nos revuelque sobre la conchilla de la costa. Tras colocar las ruedas al kayak, lo empujamos por el médano y rápidamente nos dirigimos cada uno a su casa para filetear las capturas y lavar los equipos.
Al mar en familia y escapada nocturna
Cuando el clima y el mar se ponen de acuerdo en obsequiarnos esas condiciones optimas hay que aprovecharlas. Es el momento para introducir al resto de la familia en esta gran actividad. Todos con chaleco, y en lo posible los mas chicos con chiripa, que son las tiras que pasan por debajo de la ingle para que el chaleco no se les suba cuando están flotando. También aconsejo llevar siempre el fondeo y un celular dentro de una bolsa estanca y a su vez dentro de un tupper o caja plástica para evitar posibles roturas por golpes. Ante cualquier inconveniente se puede fondear y pedir ayuda. Estamos utilizando un kayak del tipo reman dos y van tres. Este kayak en particular lo probó el grupo kayakistas unidos del sur, KUS, con algo de trescientos y pico de kilos y si bien no es lo aconsejable, se mantenía estable y se podía remar y maniobrar bien. Yo me dispuse en proa por que ahí podía tener acceso al interior del kayak y además para que la palista sentada en popa pueda imitar mi remada y mi cadencia. Detrás mío senté a Francisco mi hijo mayor de 7 años, y entre el y mi esposa Claudia sentamos a la mas pequeña, Olivia de 6 años. No tuvimos que pasar una rompiente, solo nos subimos cómodamente luego de la ola orillera y una vez listos remamos paralelos a la costa para testear el valor de los mas pequeños. Aproximadamente remamos un kilómetro hacia Camet y emprendimos la vuelta en dirección contraria, siempre paralelos a la costa. Todo estaba en orden, todos bien, de buen ánimo y ahí vino la gran pregunta que tanto esperé para poder hacer. ¿Vamos a pescar? Tras un si rotundo, cambiamos rumbo mar adentro hacia la escollera de la calle La Baliza. Fondeamos a unos 300 mts de la costa. Prepare un solo equipo, una vara Marine sports Hunter de 1.95m medium heavy 15-30lb solid carbon con un reel frontal Penn Battle II 2500 cargado con Multifilamento Spiderwire stealth blue camo de 30 lb una línea de variada y encarnamos con anchoita y camarón para no desaprovechar oportunidad y optimizar las posibilidades de obtener pique. La pesca no se podía extender mucho tiempo por que los niños se aburren rápido. El primer tiro se lo dejamos a Claudia que conoció enseguida cuanta fuerza tenían las corvinitas. Siendo la primera vez que Claudia pescaba desde que era chica y luego de unas indicaciones, pudo pelear su corvina y divertirse mientras tanto. Los mas pequeños reían y alentaban a su madre mientras yo intentaba inmortalizar este grandioso momento en una foto en la que entremos los 4 y la corvina! Luego de la foto la devolvimos al mar y nos dispusimos a buscar otra. Este era el turno de Olivia, que también estaba debutando en el mar. Durante el año me acompaña con Francisco y hacemos terribles pescas, en el Río de la Plata, de mojarras, chanchitas, cabezas amargas y dientudos. Pero estaba a punto de pelear su primer corvina. Enseguida tuvo pique, y asistida por Claudia clavaron esa corvina y la trajeron hasta el kayak para sacarle la foto y también devolverla al mar. Así llego el turno de Francisco que ya había pescado varias y no era necesario asistirlo. Luego sin abusar de nuestra suerte decidimos levantar el fondeo y volver a la costa. Al llegar cerca de la costa, guardamos el remo de Claudia. Yo detuve el kayak antes de la ola orillera, donde el agua nos llegaba a la cintura. Claudia que estaba sentada en popa, se puso de costado, con los pies en el agua, saltó y agarro a olivia a upa. Francisco bajo solo, ya es un experto nadador y fanático del agua. Luego acerque el kayak a la orilla y lo arrastre al arena para que ninguna ola nos lastime. Todos felices y por mi parte completamente embobado de poder compartir esta pasión con toda mi familia seguimos disfrutando de la playa con nuestros amigos y familiares. Luego volvimos al mar solo remar con Claudia. La tarde seguía espectacular y no podía dejar pasar la oportunidad de pescar al anochecer. Con Norberto que nos conocimos pescando unos días atrás, hicimos una entrada a última hora. Las condiciones climáticas no habían cambiado en nada, y 19:30hs estábamos fondeados casi en la misma posición que anteriormente lo hice en familia. Los piques no se hicieron esperar, sacamos corvinas, una atrás de la otra, en su mayoría de buenos portes. También apareció una brótala. Tuvimos muchos piques mientras mirábamos el sol caer detrás de la playa. Guardamos las mas grandes para luego compartir una parrillada ambas familias juntas. Y antes de quedarnos sin luz guardamos todo y salimos a la playa. Cargamos el kayak sobre el carrito que había quedado en la playa junto al kayak de Norberto y dimos por finalizado este grandioso día de pesca, familia y amistad.
A las 6 de la mañana me despierta la tormenta y se caía el mundo abajo. Aún de noche me levante a correr el salvavidas y la ropa de pesca de la soga para que no se empape. Me vuelvo a acostar desilusionado pensando que el día estaba perdido, pero la lluvia paro y el clima estaba en suspenso. Sin dudarlo prepare el equipo de pesca y nos dispusimos a ir a la playa en familia. Caminando a la playa pensaba, que bueno que hoy no me olvidé la carnada!. Luego de dos pasos mas me di cuenta que me había olvidado el celular. Bueno dije, me quedo cerca de la costa, no va a pasar nada, no lo voy a necesitar. Llego a la playa y me doy cuenta que también me había olvidado la Pentax. Bueno.... tengo la gopro, pensé. Y ahí me di cuenta que me había olvidado el tupper con los jigs que venía usando todos los días y las líneas. Bueno....en el bolso estanco tengo algunos jigs sin estrenar, entro igual! Cuando pensaba que ya no me podía pasar mas nada, me doy cuenta que la gopro no enciende. Cada vez que la desconecto de la pc debo sacarle la batería, y luego volverla a colocar, antes de ponerla a cargar. Sino esto es lo que me pasa, y se ve que mi efecto amnesia o de olvidarme de todo venía de anoche que estaba agotado. Como era de esperar lo mejor estaba por pasar y no tenía ni la gopro, ni la pentax y ni siquiera el celular para poder documentarlo. Me subsiguieron una secuencia de eventos que por un lado me volaron la tapa de los sesos, lo disfrute al 100% pero me faltaba algo, no tenía forma de documentarlo. Sin mis jigs mas utilizados, abrí mi bolso estanco que llevo en el interior del kayak y seleccione algunos a estrenar. Agarre algunos de 10 grs tipo pez plateado, algunos de 30g y 40g rosa y blanco y hasta un señuelo tipo camarón para lanzar y hacer spinning. En ese momento la correntada era casi nula, y el poco viento del este sur este era quien decidía hacia donde se alineaba el kayak. Comencé a pescar con un jig de 30g rosa y blanco. Lo dejo caer, toca el fondo, lo muevo un poco con pequeños tironcitos y lo vuelvo a dejar caer. Hice este movimiento unas 4 o 5 veces y pum! primer ataque. enseguida note que era una corvina chica por el característico cabeceo y las embestidas. Luego de soltarle el jig la devolví al agua. Luego de hacer unos cuantos intentos mas con el mismo jig sin volver a obtener resultados, me dispongo a cambiarlo por el mas chico, con forma de pez, de color plateado y ojo rojo. Lo suelto hasta que llega al fondo, lo muevo, doy dos vueltas de reel, lo vuelvo a mover, y así hasta que llega a la superficie. Repito esta secuencia de movimientos sin obtener resultados. Se me ocurre probar lo inverso. Con el jig en la superficie, comienzo a dejarlo caer y paro, lo muevo con pequeños toques firmes de la caña y luego dejo que siga cayendo unos metros. Lo vuelvo a repetir y cuando el jig estaba a media profundidad y aún tenía el pick up del reel abierto siento el ataque firme y seco. Trato de clavar, pero al tener el pick up abierto se me escapa. Lo cierro y en la misma altura vuelvo a mover el jig y nuevamente pummmm!!!! el mismo ataque feroz, clavo e inmediatamente empiezo a sentir el sonido interminable del freno del reel. Era parejo y veloz. Parecía no tener fin!. Asombrado miraba el reel como giraba, la caña completamente arqueada, y luego miraba donde el multifilamento entraba en el agua y cada vez se alejaba mas! Vuelvo a mirar el reel y otra vez el multifilamento en el agua. Por dentro pensé, ¿que es esto? y ¿Cuando va a parar?, esto me va a dejar sin multifilamento en el reel!!! Se lo llevaba parejo a la misma velocidad que comenzó. Hasta que de pronto noto que empieza a disminuir y ahí comienzo a traerlo. La pelea fue hermosa, nadaba en rumbos fijos pero erráticos, tiraba diagonales e iba para donde quería, solo podía ir acortando la distancia pero no lo podía dominar. Siempre intentaba que se vaya hacia popa para que no se enganche en el fondeo. Lo fui trayendo de a poco y sin presionarlo. Me mataba la intriga de que podía ser, por que hasta ahora nunca había pescado nada con jigs en Mar de Cobo que me de una pelea similar. Grandioso fue el momento en que nos vimos las caras, solo fueron unas milésimas de segundo, por que luego de reconocernos volvió a huir nuevamente hacia el fondo. Terrible palometa! volvimos a pelear hasta que logre acercarla nuevamente y tomarla con la mano. En este momento caí en cuenta que no tenía forma de sacarle una foto. La guardé en la bolsa de arpillera que siempre dejo colgando del kayak para que los peces se mantengan frescos y seguí intentando atrapar alguna otra. Sin suerte con las palometas veo el lomo de una tonina que se acercaba. Luego veo dos lomos y después tres. Y parecía apropósito que no tenía una cámara para filmarlas o sacarles fotos. Nunca las tuve tan cerca y menos que salgan tantas veces. Ahí mismo me doy cuenta que tengo la palometa colgando. No se si tendría algo que ver pero la levante y luego las toninas cambiaron su rumbo. Ya enfadado conmigo mismo decido guardar todo e ir a buscar el resto de las cámaras. Recojo el fondeo y ahí mismo veo un terrible ataque en el que los cornalitos y pejerreyes saltaban fuera del agua como si fuese que esta hervía. Seguramente las palometas los estarían acechando! Remo hasta la costa a máxima velocidad, dejo el kayak, voy corriendo a la casa, agarro la otra cámara, el celular y vuelvo caminando, si ya no daba mas ja. Nuevamente vuelvo a entrar e intento fondear en el mismo lugar. Había pensado en no recoger el fondeo y dejarlo flotando con la boya, pero tal vez algún otro kayakista pudiese pensar que estaba perdido y me quedaba sin fondeo. Recién aquí volví a imitar la escena de la pesca y le saque la foto a la palometa, sin intención de engañar a nadie, se nota el tiempo que paso por su piel que enseguida fuera del agua y con los roces dentro de la bolsa se empieza a estropear. Realmente es un pez hemoso y peleador. Tocar su piel suave y delicada da una linda sensación. Por supuesto que vuelvo a agarrar el mismo equipo de pesca, una vara Marine sports Hunter de 1.95m medium heavy 15-30lb solid carbon con un reel frontal Penn Battle II 2500 cargado con Multifilamento Spiderwire stealth blue camo de 30lb y 40cm de líder fluorocarbon Berkley Vanish clear 40lb. y el mini jig plateado. Las condiciones del mar ya no eran las mismas, el agua estaba mucho mas caliente y no tuve ni un solo toque mas. Cambié de lugar, un par de veces pero nada. busque mas profundidad mar adentro y al seguir sin tener respuestas arme mi equipo favorito, una vara marine sports evolution de 1.95m Medium Heavy de 15-30 lb solid carbon con un reel rotativo de la misma marca modelo Caster 200 cargado con nylon de 40. Utilicé una línea de variada de un solo anzuelo Mustad número #5 pata larga (92611) con una brazolada del mismo fluorocarbon que utilicé de líder en el otro equipo y un plomo reloj o monedita de 40gs. Ese anzuelo es un poco grande pero me permite poner carnadas mas grandes y buscar presas de mejor tamaño y que no se lo puedan tragar tanto. No tenía carnada por lo que me puse a hacer los filets de palometa sentado en el ultimo asiento del kayak. Luego utilicé un pedazo de descarte en forma de triángulo y enseguida saque un bagre chico. Volví a reforzar la carnada y no pasaba nada. Me dispuse a ir achicando las cosas sobre el kayak para emprender la vuelta. Guardé todo y cuando agarro la caña siento el pique. Caneo y lo pierdo, lo vuelvo a esperar y pum! se vino la corrida que estaba esperando! un lindo melgacho que me proporciono una pelea gigantesca! en principio corría sacaba nylon y por mas que yo empujaba hacia arriba con mi caña, no lo podía despegar del fondo. Se había enganchado la cola con la línea y era como un parapente debajo del agua, entre la fuerza que tenía, la resistencia que oponía y la correntada, era el límite que mi equipo resistía. Pero poco a poco y con paciencia lo fui levantando, disfrutando cada instante de tan hermosa pelea. Una vez sobre el kayak me dispongo a quitarle el anzuelo y a hacer la devolución involuntaria. Si, involuntaria! siempre buscando la foto, la toma, el ángulo entre la posición de la cámara el sol, la distancia del pez, la perspectiva, bueno el tipo no tenía tanta paciencia y salto al agua recobrando su libertad. Se la gano bien merecida! Así que volví con mis filets de palometa para luego cocinar a la plancha con limón y ensaladita. Son un manjar muy aconsejables para que los mas chicos vayan comiendo pescado sin espinas. Claro que solo hay que decirles que es pollito!
La reiteración de días calurosos y sin viento produjo que el arena se deposite en el fondo. El agua tomó un color turquesa y mejoró la visibilidad a través de ella. Bien temprano me prepare para hacer la entrada al mar. Sin correntada y sin viento se podía pescar sin anclar, preparé los equipos y con un jig de 20g capturé una palometa. Luego fui probando zonas mientras me alejaba de la costa y a unos 2km pude divisar un sector en el mar donde la superficie era aún mas espejada. Ahí dejé caer el jig al fondo y apenas lo moví un poco tuve la primer captura, una corvina. La correntada comenzaba a tomar fuerza por lo que decido anclar. Seguí pescando corvinas, tanto con carnada como con jig y sabikis. Casi todas de tamaño chico, hasta que apareció la que yo llamo "parrillera". Dio una pelea preciosa que se disfruta mucho al utilizar equipos livianos y balanceados. Sacaba nylon del reel y arremetía hacia el fondo arqueando la vara Llegando el medio salí para encontrarme con mi familia y almorzar. Pasamos una tarde de playa hermosa. Se había formado una segunda rompiente alejada de los bañistas por lo que me pusea jugar un rato en las olas. Tras unas cuantas barrenadas, me acerco a unos pescadores que estaban a unos 200 metros míos. Y me sumo a la pesca con ellos. Con el sabiki capturo una sardina y enseguida la encarno viva en el otro equipo. Ya atardeciendo comienzo a guardar todo preparándome para salir. Dejo la caña con carnada para lo último, pero cuando comienzo a recoger siento la embestida, clavo con fuera y enciendo la cámara! Mi vara se arqueaba a tope, el reel chillaba mientras el multifilamento salía despidiendo la humedad en forma de spry. Las corridas parecían no tener fin y recuperar multi era muy difícil, ajusto aún mas el freno y con el accionar de la caña comienzo a fatigar a mi oponente. La lucha fue larga, entre muchas idas y vueltas pude ver ese lomo marrón de un chucho aleteando en la superficie. Esta fue la última captura de mis vacaciones, realmente feliz con una buena temporada de pesca en kayak volví a la costa para reencontrarme con mi familia que tanto aguante me hizo en nuestras vacaciones.
Muchas gracias! a medida que pueda voy agregando data y aviso con un nuevo mensaje. Capturé 71gb de material. Ya tengo listos algunos otros videos, pero por ahora estoy laburando a full con eso.
Hermoso posteo! Muy bien por el pichon!! Mis felicitaciones! Este año entre por primera vez con mi hijo al mar, aunque ya es mas grande. Antes de entrar le di todas las recomendaciones de seguridad y le digo" vos tranqui que no te voy a llevar si esta feo" a lo que me contesta " ya se pa, yo confio en vos". Eso me llego al corazon. No tuvimos un pique en casi una hora, cosas que pasan.
Muy buen relato y vídeos, ya te había felicitado por youtube pero lo voy a volver a hacer por acá. La verdad que se ve que fue una hermosa salida y poder compartir una jornada junto a tu hijo es fantástico. No compre la revista pero igualmente te felicito por el emprendimiento.
Excelente Rodrigo!! La pesca, las fotos, los videos, la narración....todo muy bueno! Un ejemplo del tipo de posteos que todos tenemos que tratar de realizar para que el foro recobre energía y sea interesante nuevamente! ya que está renovado, aprovechemos para darle vida, como lo hiciste acá! La historia con tu viejo y la nueva etapa con tu hijo, es maravillosa, y me imagino que muy emocionante para vos! y me alegro mucho! Un abrazo y gracias por compartirlo con nosotros!
Nuevamente sigo agradeciendo los nuevos comentarios, y aprovecho acá mismo para contarles que los primeros 4 días consecutivos de pesca (que terminaron siendo 12 días consecutivos), no tuve ni un minuto para sentarme a redactar. Cuando recién lo pude hacer comencé en orden por el primer día. No me alcanzó el tiempo y al día siguiente estaba solo en la casa y me puse a escribir el relato de padre e hijo. La verdad no podría enumerar la cantidad de veces que tuve que pausar, levantarme buscar un vaso de agua, templarme para poder seguir. Fue muy emocionante poder recordarlo y revivirlo. Cada vez que recibo mensajes de felicitaciones y que generalmente al leer mi historia se remontan a la suya, me vuelve la misma emoción. Yo creo que puedo llegar a escribir miles de relatos mas, pero emotivos como este, no.
Mil gracias! y el que se anime, tranquilo, en un momento libre, siéntense y comenten sus primeros recuerdos!
Uso unos 25cm de lider de fluorocarbon de 40lbs. Lo ato al nylon de la madre con nudo doble barrilito, y en el final un mosqueton con esmerillon. Si luego utilizo una línea con carnada la agrego ahí mismo, no corto nunca para sacar el lider. Para la variada de mar que accedemos desde el kayak nunca tuve problemas.
Foros > General > Pesca en Kayak | Kayak Fishing
Tweet
(2)