Sigue la pesca a full, cuando los vientos y el mar lo permiten. Hay varios miembros de este foro en Gesell que esperamos entrar juntos al mar, pero aún no podemos. Las olas son altas en pico y se levantan como paredes. Las orilleras forman tubos que explotan ruidosas. Las olas se comienzan a armar a los 500 metros con rompientes lejanas, adentro hay ondas muy seguidas y corderitos. Las series de olas vienen encimadas . En las playas hay mucha gente, los guardavidas son drásticos con los que quieren surfear olas en kayak, y con los que quieren entrar a pescar y se les
escapa el control de su nave. A los que van conmigo y a mí, no nos dicen nada, porque saben que subimos al kayak detras de la rompiente y cuando volvemos bajamos también antes de la segunda rompiente... y que en caso de no poder controlar el kayak por su peso y la fuerza de las rompientes, inmediatamente les pedimos ayuda, para sacarlo sin que el kayak se nos escape. La prefectura está más activa que nunca, recorriendo la costa con cuatriciclos de día y de noche, y a veces con moto de agua. Hacen serias advertencias y amenazas de multas elevadas a los kayakistas que salen sin los elementos de seguridad básica, que son la mayoría.
Los vientos están rotando continuamente, en altura soplan de un sector y los bajos de otro sector. Las ráfagas sobrepasan en 10 y 15 Km al viento constante. El mar parece roto, marrón, marrón, pero hay peces cerca de la costa.
Por momentos el mar está picado y muy revuelto, pero pescando desde la playa y sobre todo de noche, en momentos que baja el viento y las fuertes ráfagas, hay pesca en este orden de abundancia: mucho cornalito, lisas medianas y grandes, bagres de mar, corvinas, pocas grandes, pescadillas de buen tamaño, pejerreyes medianos, algunos grandes, camarones, y sólo algunas brótolas. Al limpiarlos no olvidemos de abrir y revisar las panzas para saber lo que están comiendo en estos días.
Para saber si hay cardúmenes de cornalitos y pejerreyes, les podemos preguntar a los guardavidas que entran temprano al mar a hacer su práctica de natación, porque si hay, los chocan y golpean constantemente, y si hay manchas de camarones los pinchan, sobre todo en las piernas cuando entran o salen. Ellos nos dan los mejores informes sobre la presencia de estas especies si es que están cerca de la costa.
La cosa está tan fea, que los gomones locales con timoneles y patrones, que llevan gente a pescar no están saliendo y si alguno salió en estos días de manera imprudente, se quedó a 500 metros de la costa y volvió con gente descompuesta.
Todo esto, a los del lugar, no nos toma de sorpresa porque el enero de ahora, es ventoso e inestable, como lo era el diciembre de antes, aunque por efecto del calentamiento global los picos de calor son más altos. Es una pena que
no podamos aprovechar pescando juntos en kayak, las altas temperaturas ( 25 a 28º) del agua que hay entre las 12 hasta las 18.00 horas.