Ayer miercoles 29 a la mañana salieron en sus kayak Rony y Angeles, dos guardavidas, a 400 metros de la costa, con líneas de mano y pescaron 52 piezas, la mayoría corvinas medianas, pocas grandes, pescadillas todas de buen tamaño y sólo tres brótolas. En la playa justo donde cae la rompiente peinando el fondo con un copo, mediomundo o red se podían pescar camarones. Esos camarones nos dan la seguridad que los peces se quedarán en la costa. Ayer también desde el atardecer hasta las 22.30, en la canaleta poco profunda que se formó en la Buenos Aires, cuando la marea estaba baja y había poca agua, con viento Este- Este suave que traía olor a pescado fresco, muy bueno para el pejerrey, la saraca y la lisa, esa canaleta se lleno de lisas de entre 1 Kg y 1 Kg y medio. Chocaban con nuestras piernas y salian volando como misiles. Con la luz en la frente, se las podía ver y pescar con copo pero había que ser muy rápido y preciso, porque son agiles y de extrema velocidad. Había unos lugareños con trasmallo que en dos horas hicieron una de pila de 65 lisas
grandes. Ya era demasiado. Se llevaron el trasmallo perforado en varias partes porque las de mayor tamaño lo perforaban. Los pejerreyes medianos, sólo algunos grandes y saracas comenzaron a entrar más tarde cuando había más agua, pero no en cardumen sino aislados o de a dos. Todavía los cardúmenes pasan cada tanto. Les comento todo esto, para que vean los contrastes de todo o nada (o casi nada) que hay en estas costas de arena y que en estos días se repite el fenómeno de todos los años en estos 10 o 12 días. Y esto no es algo permanente, sino por algunas horas se da una superabundancia. Después del 6 al 8 se estabiliza el pique, aunque no hay tantas buenas oleadas de pescado, y las mejores horas de pesca son después de la puesta del sol y a la noche, que es cuando se acerca el pescado a la playa, y para entrar con el kayak lo mejor es a la mañana bien temprano. Hoy a la mañana el agua estaba a 22 y 23 grados y seguía la buena pesca pero había serruchos de olas muy seguidas y el viento fue aumentando con fuertes ráfagas del Noreste, hasta hacerse insoportable.
Gracias por sus respuestas que me mueven a informarles todo lo que aquí sucede. Un abrazo para cada uno y los sigo esperando.