Voy a pasar mas o menos en limpio el informe del
Encuentro del Sudeste Bonaerense, que se llevó a cabo en el balneario de Reta, partido de Tres Arroyos en los días 14 y 15 de febrero.
Si bien los organizadores habían propuesto como punto de reunión el camping del pueblo de Reta, por una cuestión de viaje y cansancio preferimos parar en un hotel que muy amablemente nos había reservado Gastón, de Patagonian; quien junto con su señora ya estaban allá desde el jueves.
El lugar elegido fue Marisol, el balneario del pueblo de Oriente, a unos 50 o 60 kms de Reta. Llegamos 4 y media de la mañana y a las 5 ya estabamos durmiendo, el sábado y el domingo iban a ser largos.
SABADO 14Después de desayunar arrancamos con los coches y nos hicimos los 22 kms de ripio desde Marisol a Oriente, ahi asfalto de 30 kms hasta Copetonas y a partir de allí 28 kms más de ripio entoscado hasta Reta.
Una vez en la playa nos presentamos a los organizadores que amablemente nos indicaron el sector de entrada y salida de kayaks marcado con banderas.
Gastón se encontró con un distribuidor de Patagonian que opera en Bahía Blanca que había llevado un Delta y un Bravo, que sumados al Delta que llevó Gastón y a mi Dag; teníamos cuatro botes para seis personas, así que no nos iban a faltar oportunidades de usarlos todos.
El viento estaba del oeste cuando llegamos, lo que provocaba que la onda de la ola se armara bien definida y de buen tamaño, por lo que estuvimos barrenando hasta el mediodía sin parar... a pescar no entramos, ya estaban los botes de los participantes (la mayoria del MDQ Team de Mar del Plata) pescando desde una hora antes... sinceramente, estaban tan buenas las olas a la mañana, con viento tranquilo y mar calmo que aprovechamos para remarnos todo y probar los botes de todas maneras...
Aca una foto del matrimonio amigo de Gastón entrando con el doble y buscando pasar la rompiente para acercarse a los botes que estaban pescando.
Otra remando para cruzar la ola que ya venia con cresta.
Y la última pasada.
Acá Gastón saliendo después de enganchar una muy buena ola con el Bravo que lo trajo a la costa.
Entré a probar el Delta en el mar, que nunca lo había usado y una vez adentro del agua junto a Gastón en otro Delta y a Estela en el Bravo estuvimos charlando de que me parecía el comportamiento del bote y demás... estar sentado en el medio te otorga muy buena estabilidad para cruzar la ola a la entrada, y a la salida se mantiene derecho, muy estable... la verdad, me gustó muchísimo y lo anduve usando un rato largo... igualmente para esa hora de la tarde, ya las olas no eran lo que a la mañana, mucho mas chicas como podrán ver más abajo.
Por último unos mates sentados en los botes en la playa mientras caía el sol.
Con la fotógrafa hicimos una entrada con el Delta a remar un rato, yo fuí sentado atrás mientras a ella la agarró una seguidilla de tres olas que casi la tiran del bote... no les explico lo que nos reímos... y a la salida por una de esas cosas que siempre pasan; tuvimos también una serie de tres grandes que casi casi nos enganchan; pero al final las pasamos bien y volvimos secos y salvos a la playa... con dos el Delta, sin importar mucho el peso; se lleva muy muy bien en la barrenada.
La organización había dispuesto un camión ENORME para trasladar los botes de los participantes desde y hacia el camping, dado que las playas son muy anchas; nos pareció una medida de lo más acertada.
A su vez, periódicamente controlaban la ubicación de los botes mediante largavistas y cuando se acercaba el horario de salida del mar, el camión hacía sonar una bocina que te partía los tímpanos y todo el mundo afuera del agua.
En cuanto a pesca y por lo conversado con los muchachos que iban saliendo, no hubo prácticamente piques ni de mañana ni de tarde y al no haber estado en el camping ni en la cena que se organizó, no sabemos con cuanto peso ganó la mayor pieza... Nueve y media de la noche arrancamos el camino entoscado de nuevo para acercarnos a Marisol y a la cena que se estaba haciendo desear.
Nos llevábamos un día de sol espectacular, casi sin viento a la tarde y con un mar tranquilo y de aguas bastante mas templadas que en el resto de la costa atlántica, cosa que nos llamó muchísimo la atención.
Después de una buena cena nos dispusimos a irnos a dormir, ya que el contingente iba a salir desde un lugar sobre el río Quequén Salado que se llama "Cueva del Tigre", pero desde el lado de Reta, que tienen bajada de pasto; mientras que nosotros íbamos a salir desde enfrente, del lado de Marisol; por lo cual teníamos que hacer una "mini escalada" entre los paredones de roca para poder tirar los botes al agua.
DOMINGO 15Bajada del Río Quequén Salado La cita era a las nueve de la mañana en la Cueva del Tigre... por supuesto, a las 9 estábamos desayunando en el hotel, por lo cual; bajamos los botes y recién a las 10 y monedas estuvimos posicionados para empezar la remada... Fuimos de la partida Estela en un Patagonian Delta y yo, en el Dag... Gastón y Agustina nos iban a sacar las fotos de rigor y despues se subían al coche para ir a esperarnos a la salida cercana a la boca.
Bajada de los botes o la aventura de cargar un kay doble por un camino inexistente, entre las rocas.
Este es el paraje conocido como " La Cueva del Tigre"...
Caminito entre rocas cargando los botes...
Como diría mi amigo Diego pescando corvinas con plena sudestada en Mar Chiquita.... "PESCA EXTREMAAAA"... esto era "SOT Extreeemoooo"...
Acá ya bajamos y estamos tirando los botes al agua... había que mojarse hasta la cintura, sino imposible...
Esta foto no se si puede mostrar todo lo que la vista alcanzaba desde arriba de uno de los murallones...
El equipamiento que llevamos fué el mínimo: como mi tambor de popa pesa poco lo llevé y le puso el antireflejo del auto así la bebida que llevábamos se mantendría fría durante la travesía... además del cabo de rescate, chalecos, un bidon térmico con dos litros de agua más, cuchillo, silbato, calzado con suela de goma que se pudiera mojar o en su defecto botas de neoprene con suela resistente y protector solar... pensábamos que saliendo una hora más tarde, íbamos a hacer todo el trayecto en solitario...
Acá ya en el agua, esperando las fotos y con la ansiedad de salir...
Sacadas las fotos, arrancamos con un viento moderado del oeste en la espalda; que sumado a la corriente suave nos iba llevando a una velocidad más que aceptable. Por la ausencia de GPS no pudimos establecer una velocidad promedio para informar; pero a medida que les vaya contando como se desarrolló; se vana dar cuenta de que navegamos bastante bastante rápido. Acá nos perdimos ya de vista en el primer recodo...
Una vez que nos quedamos solos remando y la asistencia estaba en camino a la desembocadura para esperarnos la pregunta era si íbamos a poder acercarnos algo al grupo que había salido una hora antes que nosotros... con ese objetivo es que creo que tácitamente nos propusimos un ritmo alto de remada desde el principio... Estela con el delta remaba a la par mía y no sin sorprenderme, teníamos tramos en que me costaba esfuerzo seguirle el tren de paleo...
Los primeros dos kilómetros de recorrido se desarrollan entre murallones que terminan con una pendiente suave de piedra y tierra, ganándole terreno al río y acelerando el agua... también encontramos gran cantidad de piedras de todos los tamaños, lo que en dos pasos angostos nos obligó a bajarnos de los botes y pasar a pié no sin que nos costara trabajo; ya que las piedras eran muy resbaladizas y la correntada, que a uno le parece insignificante; cuando ponés los pies en el agua hasta las rodillas te obliga a afirmarte muy bien para que no te tire... pasados estos dos obstáculos naturales ( que con el río trayendo más agua deben ser divértidísimos para hacerlos navegando ) la navegación sigue con corriente moderada y nos lleva a dos pequeños saltos, separados por menos de 800 metros entre uno y otro en los cuales si uno los toma con velocidad te dan ganas de retomar para hacerlos de nuevo... una "S" con salto hacia la izquierda donde tenés que entrar rápido y clavar el remo se llevó los gritos y aplausos de los dos...
Una vez terminada esta sección de curvas cerradas y recodos el río se ensancha y se vuelve mas lento en su corriente central, encontrandonos con extensiones de 600 o 700 mts sin curvas significativas... igualmente, el viento de popa nos ayudó muchísimo a mantener el ritmo... no parábamos ni siquiera para tomar agua, ya que usábamos el bidón que yo llevaba en cubierta y acercando los botes tomábamos llevados por la corriente... después de prácticamente una hora sin detenernos, tomamos la primer curva de una S muy espaciada en donde se encontraban tres pescadores tirándole a la lisa ( saltaban delante de los botes de una manera asombrosa )... por puro gusto de saber en que palo estábamos parados con nuestro ritmo de remada le pregunto a uno de ellos " vieron pasar unos botes antes que nosotros??" " a lo que nos respondieron " si, ya pasaron..." " hace mucho? medio hora hará??" les pregunté yo con la esperanzo de que con un esfuerzo pudiéramos no llegar tan alejados... y me respondieron así sin anestesia..." no, pasaron recién; si apuran un poco los alcanzan; desde acá los veo..." y casi casi nos caemos al agua de la sorpresa y la incredulidad... nos asomamos a la salida de la S y efectivamente, teníamos al contingente a 500 metros no más... la cara de Estela decía todo... tenía una mezcla de cansancio con alegría de tarea cumplida que calculo debía ser similar a la mía... Ahí nomás le dije " un trago de agua?..." y la respuesta que recibí fué " no, gracias; vamos que ya los alcanzamos..."... y siguió nomás... asi que tomé unos tragos de apuro y le pegamos parejo hasta llegar a los rezagados del grupo; que remaban 100 mts atrás de la columna principal...
Habíamos hecho el tramo que nos separaba en exactamente una hora menos... y no es que estábamos agotados, sino solamente agitados por el ritmo que nos impusimos y con el cansancio normal de la remada... Un alivio verdadero parar 15 minutos, estirar las piernas, elongar un poco y de nuevo a la corriente... ya a esa altura el río se ensancha todavía más, genera una fuerte correinte con olitas en el centro que si uno las aprovecha junto con el viento a favor; puede bajar el nivel de esfuerzo significativamente... lo que no estaba en los planes era que el mar estaba entrando en el río, por lo cual uno tenía viento a favor y CORRIENTE EN CONTRA!!!!! cuando uno de los muchachos en la parada que se hizo se tiró al agua para refrescarse con el chaleco puesto, iba en contra de la corriente haciendo la plancha... cosa de no creer...
Las orillas cambiaron, lo que antes era piedra y tierra apisonada con barrancas altas se convirtió en arena fina y pequeños médanos... las lisas en este tramo eran un espectáculo aparte... se las veía saltar por todos lados... corrían al lado del bote a escasos centímetros de la superficie con velocidades increíbles...
Reemprendimos la remada junto con Estela y sinceramente, al menos yo; sentía el objetivo ya cumplido... salimos una hora tarde, alcanzamos al contingente exactamente una hora después y luego de la parada tomamos el ritmo de remada anterior con ganas de llegar... nos faltaban todavía un kilómetro y monedas hasta la playa donde nos esperaba Gastón y nos íbamos ubicando porque veíamos la vela del Kite a lo lejos... luego de una curva muy amplia pudimos ir tirándonos a la costa y bajar definitivamente a la playa... un chapuzón, algunas fotos y pasado un ratito empezaron a aparecer el resto de los botes con destino a la boca.
Los muchachos del contingente pasando por el río con destino a la desembocadura...
Y nada más...
Me queda destacar la organización, que si bien no tuvimos la oportunidad de estar junto con el grueso del contingente; nos hicieron sentirsiempre integrados al evento... Reta es un lugar muy muy bonito, playas extensisimas, muy poca aglomeración de gente... un mar relativamente cálido para lo que estamos acostumbrados... y por sobre todo, a pesar de encontrarse al sur, con poco viento; al menos lospocos días que estuvimos...
Para la próxima les debo el informe de pesca, ya que en esta salida; no saqué las cañas del baúl del coche y no me arrepiento para nada...
El objetivo era sin dudas bajar el río y determinar como se comportaba el bote largo navegando una distancia de más de 10 kilómetros y si se podía mantener el ritmo de paleo y una velocidad constante y fué cumplido con creces...
Una felicitación a Estela, que remó a la par en todo el trayecto y que después nos contaría a Agustina y a mi que cuando yo iba adelante se proponía remar sin parar hasta alcanzarme... y de que manera lo consiguió...
En definitiva, para los que nos gusta remar; es un trayecto para recomendar... pero con más tiempo... ese tramo de río con un día completo nos puede dar la oportunidad de bajarlo tranquilos, sin esfuerzo y parando a sacar fotos, pescar un rato y descansar...
Estuve mirando imágenes del río Quequén Grande, más cerca de Necochea... ese es otro que si armamos algo estaría bueno... es cuestión de arreglarlo... Espero no haberlos aburrido y les mando un saludo grande...
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