Memo, la respuesta es la de siempre : Es más fácil prohibir cualquier actividad, que regularla y controlarla.
Si dejaran bajar embacaciones, en ése o cualquier otro punto, deberían instalar algún puesto de Prefectura, o control; además claro está, de vigilar la actividad. Es obvio que eso cuesta dinero, y no están dispuestos a erogarlo.
La realidad es que Buenos Aires siempre se levantó, "de espaldas del Río", y no frente al río. Incluso la pesca desde la costa está restringida a algunos sectores. Si la cantidad de usuarios de kayak y otras embacaciones menores hicieran un poco de lobby, sería posible que nos escucharan.... pero seguimos siendo pocos y para colmo la triste propaganda de los recientes accidentes no son un buen precedente.
Saludos ! Daniel