Pelando cables de cobre
Cuando hay tanto descarne y el mar está tan movido (como en esta primera quincena de enero), para no estar manipulando el carretel del hilo mágico al atar la carnada arriba del kayak, y después tener que sacar los restos que quedan como flecos o pelotitas (bajando la cabeza continuamente con el riesgo de mareos) volví al prehistórico pero efectivo alambrecito de cobre fino y largo, atado al ojal del anzuelo. Para tener una idea, al alambre de cobre lo corto de 20 cm para que en el anzuelo nº 3 quede más o menos de 18 cm. al hacerle los ojales en los extremos. Pues antes que se inventara el hilo elástico para atar la carnada, las envolvíamos con estos alambrecitos que son más durables, porque sirven para ligar muchas carnadas y son fáciles de sacar cuando queda algún resto de carnada. Para poder desenrollarlo mejor al cambiar la carnada, conviene hacerle un ojalito pequeño en la punta del alambre para poder encontrarlo más fácilmente entre la carnada desecha.
Potes herméticos a rosca para las carnadas
Después de años de probar todo tipo de Taper, recipienten térmicos y potes plásticos para llevar la carnada en el kayak, con el fin que no se abran con el zarandeo y golpes del traslado, o de las olas o fuertes rompientes, finalmente encontré el recipiente perfecto, de la medida perfecta y que encima es gratis, si encontramos quien consuma los suplementos dietarios batidos de Herbalife. En el de 240 gr. entra casi un kilo de anchoitas trozadas, saladas, deshidratadas y bien acomodadas. En el de 550 gr. (Nutricional Shake Mix) llevo ceba en abundancia. Los contenidos de ambos, son extremadamente olorosos porque además del perfume a anchoita reconcentrada, les agrego aceite de pescado Biorey Plateada y no obstante los puedo poner en la heladera de uso diario, sin que mi mujer me haga un escándalo. Así de hermético es. Estos potes son hechos en los Estados Unidos de un material irrompible, sumamente resistentes, muy fácil de limpiar, blancos y no transparentes, por tanto protegen mejor la carnada del sol y conservan este tipo de carnada salada por muchos meses.
Bomba para sacar el agua del casco del kayak
Somos muchos los que tenemos AtlantiK1, y en la mayoría de los que conozco en las revolcadas de la rompiente, sobre todo cuando lo llevamos muy cargado con pescados, por la mucha presión, entra agua por el tapón de adelante, aunque lo suplementemos con cinta de teflón. Hasta hace poco, sacaba (ese poco de agua molesta pero que me agregaba un peso móvil de medio a un kilo) inclinando el kayak hacia la proa, y chupando el agua salada con un caño plástico que metía por ese agujero, para luego escupirla; lo cual no era muy agradable. Hasta que compré una bomba plástica que se usa para sacar nafta del tanque del auto, que parece hecha justo para el K1. Esta bomba es barata y consta de un tubo liso y ancho que entra justo por el agujero, arriba tiene una perilla plástica, y para la salida de agua un flexible plástico que desagota a la altura del piso. Si lo hubieran diseñado los fabricantes de AtlantiK1 no lo podrían haber hecho mejor. Inclinando el kayak hacia la proa para que toda el agua baje y se junte el adelante en la quilla, con esta bomba se extrae fácilmente toda el agua.
Líneas completamente armadas y enrolladas en flota-flota
Al usar seguido los anzuelos en el mar, cuando los miramos con una poderosa lupa, vemos como se deforma, desafila o quiebra la punta de la lanceta de los anzuelos. Para envolver las líneas y cuidar las puntas de los anzuelos, ahora estoy usando una rodaja cilíndrica de flota-flota de color naranja o rojo de 10 cm. y dejé para siempre las tablitas de tergopol, algunas que eran duras, favorecían la oxidación y desafilaban las puntas, o se rompían y ensuciaban fácilmente, y también eran más difíciles de secarlas después de lavarlas.
Chaleco flotador con correa por la entrepierna
En este enero al entrar, salir y estar adentro con el mar movido, con ondas altas y rompientes explosivas, era frecuente que volcáramos y quedáramos flotando con la molestia del chaleco flotador que se nos subía. A esto lo resolví de una manera muy sencilla. Tenía una correa ancha de nylon (graduable) con dos mosquetones en los extremos que era de un neceser (para los antiguos equipos fotográficos) que tenía un apoya-hombro de plástico ovalado más ancho, grueso y corredizo.
Un mosquetón inoxidable lo agarre adelante, al primer cinturón del chaleco y al otro atrás, agarrado de la presilla por la que pasa ese mismo cinto. Cuando me pongo el chaleco primero paso la pierna por adentro de la correa. Cuando estoy en el agua no se me sube más, y al apoyo corredizo en la entrepierna lo uso hacia adelante, eficientemente como apoya-caña para cuidar las partes bajas. Cuando utilizo este nuevo arnés entre las piernas, no me tironea ni me molesta al subirme ni al remar. Quizás a alguno más le sirva alguna de estas ideas.