Confirmo plenamente la opinión anterior-un pescador con caña es tan inofensivo para alterar la población ictícola como si cortáramos una rama en el amazonas-en particular en rio abierto u océano-el problema está en otro lado donde juegan los grandes intereses económicos y las depredaciones monstruosas se tapan con la alfombra y se pone el acento para hacer justicia ejemplarizadora con el tipo que lo agarran sin permiso o con un bicho fuera de medida y le secuestran todos los elementos amén de la multa, y la pregunta?, que pena le cabe a eso barcos que las 24 hs del día se la pasan colando el agua, con los mas sofisticados aparatos de detección sacando a las especias buscadas y todas las otras que estan en el camino se tiran y van terminando con las especies en forma acelerada, como comprueban a diarios nuestros compañeros costeros. Y en nuestros grandes rios interiores, Paraná y Uruguay, pasa exactamente lo mismo, tramallos a lo bestia para proveer a los supermercados y demás puntos de venta, donde no se respeta tamaño ni veda, y donde nunca hay un decomiso, ni una acción punitiva-Es muy lindo levantar la bandera del proteccionismo ecológico con pura retorica, pero si no se complementan con hechos concretos, en principio contra todos esos funcionarios corruptos que mantenemos con nuestros impuestos, y que permiten esas atrocidades, todo los demás no sirve absolutamente para nada.-