Tal cual Julio, esa es una de las razones de ser de la boya, que ante cualquier emergencia, sea del tenor que fuese, uno se pueda desprender rapidamente hasta que el motivo que dio origen a la emergencia haya desaparecido y uno vuelva luego tranquilamente a recoger su ancla sin haberla perdido por ello.
Me alegra saber que lo de tu hija no haya sido nada, ni quiero pensar en la preocupacion que se adueñó de vos en ese momento...
Un abrazo amigo, gracias por habernos traido tu experiencia, aunque no haya sido del todo buena para vos, queda como experiencia para tener en cuenta...
eduardo