Ciertamente Carlos, si bién han transcurrido apenas unos dias desde que efectuamos la salida mencionada, las imagenes vividas aún permanecen latentes en la retina y la memoria, ya que creo que hay muy pocas cosas tan emocionantes como ver deslizarse la boya, producto del pique de la tararira, y la posterior explosión que provoca en el agua una vez que siente que es pinchada y capturada.
No se me van a olvidar tan fácilmente los momentos de ese dia, ya que el haber dado previamente con ese lugarcito lleno, repleto de mojarras, fué la clave que aseguró el disfrute posterior con las hoplias, definitivamente fué una carnada muy eficiente, no transcurrian demasiados segundos desde la caida de la linea al agua para que comience el dezplazamiento lateral de la boya, cuyo indicador terminaba de desaparecer de la vista cuando la mordida era categórica, de alli a la dicha plena solo transcurrian apenas segundos vibrantes e inolvidables. Al Delta le hemos dedicado tiempo de investigación, que ha insumido el haber ido varias veces, las primeras incluso sin equipo, sin data, sin haber preguntado nada a nadie, solo para recorrerlo en tren de descubrir los lugares propicios para este tipo de pesca, y luego si, comenzamos a ir en busca de los resultados, y es asi como hoy estamos recogiendo el fruto de dichos esfuerzos, ya lo hemos dicho anteriormente, la pesca no solo es ir a un determinado lugar porque te hayan tirado un dato y sacar pescado, eso simplemente es ir a sacar pescado, lo que hace realmente interesante a la actividad y la valora, justipreciando la dedicacion y el esmero que uno invierte, es saliendo a relevar y descubrir uno mismo los sitios mas rendidores, amen de compartir extraordinarios momentos de amistad y camaraderia con quienes uno tiene mas afinidad. Todo ésto es lo que le dá sentido a la pesca deportiva...desde aqui seguiremos propiciandola de este modo.
saludos, eduardo